Ante un accidente, la postura del conductor durante un trayecto puede marcar la diferencia entre sufrir unas lesiones graves o leves. En el caso del conductor la postura segura es la que mantiene la espalda bien apoyada en el respaldo y el brazo extendido de tal manera que la muñeca quede apoyada sobre la parte superior del volante.
La distancia mínima que hay que mantener con el volante debe ser de al menos 30 centímetros.
La mejor postura en el caso del copiloto, sería tener la espalda pegada al respaldo y no colocar nunca los pies en el salpicadero ya que con esta postura el airbag y el cinturón pierden su función y llegan a provocar daños mayores.
La distancia adecuada a dejar entre el reposacabezas y la parte superior de la cabeza debe ser de 4 centímetros para evitar los latigazos cervicales. El respaldo debe colocarse con una inclinación máxima de 25º respecto al ángulo recto ideal.
El cinturón, que cuenta con una banda superior (torácica) y una banda inferior (pélvica) las cuales deben estar ajustadas al cuerpo sin ninguna holgura. Cuando lo abroches, deberá ir apoyado en la clavícula, a mitad de camino entre el hombro y el cuello y sobre las crestas ilíacas en la pelvis. En ningún caso el cinturón tiene que estar apoyado en el abdomen.